En varias ocasiones, he comentado en este blog que un Personal Shopper no es lo mismo que un Estilista. Este último está especializado en buscar, precisamente, estilismos o looks adecuados para momentos puntuales. Por el contrario, un Personal Shopper es un asesor, una persona que realiza un análisis pormenorizado de la persona y le recomienda qué vestuario es el más adecuado para cada una de las parcelas de su vida. Además, sabe dónde encontrar ese vestuario y puede proporcionárselo al cliente.
Por ello, no es extraño que un Personal Shopper recomiende, por ejemplo, tener un mismo modelo de pantalón con distintos bajos, uno para zapato plano y otro para tacón, o, si existe un modelo de pantalón vaquero que sienta perfectamente al cliente, recomendarle que adquiera esta prenda en varios colores.
Un Personal Shopper es una inversión a largo plazo. Por ello, también recomendamos a los clientes cómo cuidar la ropa para alargar su vida. Cuántas veces nos hemos encontrado con dudas sobre cómo lavar una determinada prenda. Las etiquetas son nuestras aliadas. En ellas, se nos indica cuál es la temperatura máxima que la prenda acepta en el lavado, si es posible utilizar secadora o si podemos plancharla.
Si las abuelas ya nos decían que el algodón encoge en el primer lavado o la lana se deforma si se seca colgada, también son unas maestras a la hora de quitar machas inoportunas en un tejido. Es bastante común encontrar una mancha en el vestido elegido para un evento ¡justo media hora antes de que empiece! Hay veces que se pueden eliminar sobre la marcha y otras en las que necesita un tratamiento. Aún así, todo tiene solución. Aquí os dejo unos consejos sobre cómo eliminar manchas más comunes en función del tipo de tela.
Aceite: Si la etiqueta nos marca 95º y 60º es que la prenda es resistente. En este caso, la mancha de aceite se disuelve al lavar. Si, por el contrario, la etiqueta nos dice que el lavado debe ser a máximo 40º o inferior (también lavado a mano), cubriremos la mancha fresca con polvos de talco o polvos disolventes para mancha (lo suelen tener en todos los restaurantes) y, tras dejarla reposar, la cepillaremos. Voilà, la mancha habrá desaparecido.
Bolígrafo: Los que tenéis niños pequeños, sabéis de qué os hablo. La mancha de bolígrafo puede ser bastante resistente en una camiseta, por ejemplo, de algodón. Para neutralizar la tinta, lo mejor es aplicar alcohol solo en la mancha.
Chicle: Existen productos especiales para eliminar las manchas de chicle pero un remedio casero es frotar con hielo. El cubito se llevará todo los restos dejando la prenda como nueva.
Esmalte de uñas: ¿A quién de vosotras no se le ha caído el bote y ha puesto todo perdido de pintauñas? 🙂 Al igual que eliminamos los restos sobrantes con acetona, ésta también nos sirve para la ropa. Aplicaremos acetona en la mancha para eliminar los restos. Si la laca de uñas tiene un color muy oscuro, será necesario lavar para eliminar totalmente la mancha.
Hierba: Con el buen tiempo, apetece sentarse en el césped de parques y jardines. El problema es que, si está húmedo, acabamos con el pantalón y la falda manchados. Por ello, en el momento en el que nos veamos la mancha, aplicaremos alcohol para disolverla. Si ésta es pequeña, podemos salvar la prenda. Si no, deberemos lavar para eliminar todos los restos.
Lápiz de labios: El alcohol vuelve a ser nuestro aliado con el lápiz de labios. Aplicaremos localmente sobre la mancha y, posteriormente, utilizaremos un detergente para prendas delicadas o lavado a mano.
Perfume: En ocasiones, sobre todo con las prisas, dejamos para el final el perfume y esta costumbre puede causar manchas en función del tejido que llevemos. Para eliminarlas, las trataremos con alcohol en el caso de que sean prendas resistentes (60º o 95º). Si son prendas delicadas, sustituiremos el alcohol por la glicerina y, posteriormente, aclararemos con agua.
Pintura: Para quitar manchas de pintura, limpiaremos enseguida con un trapo limpio y empapado en disolvente, intentando no frotarlas. Una vez seco, cepillaremos la manchas para eliminarla por completo.
Sangre: Para eliminar este tipo de mancha, lavaremos cuanto antes con agua fría o ligeramente tibia y un poco de detergente. Es importante que las manchas estén frescas. En el caso de que la sangre esté seca, es más complicado quitarla.
Sudor: Para el verano, si no queremos lavar la prenda aún pero tenemos una mancha de sudor, por ejemplo, en la parte de la axila de una manga, podemos cepillarla con vinagre o un poco de alcohol diluido.
Vino: Si se trata de vino blanco, con aclarar la mancha lo antes posible y lavar la prenda, ésta habrá desaparecido. Por el contrario, el vino tinto es más complicado. En prendas resistentes, empaparemos la mancha enseguida con papel secante absorbente, la aclararemos y lavaremos para eliminarla. Si se trata de ropa delicada, trataremos la mancha localmente con jugo de limón y lavaremos a continuación.
Espero que estos pequeños consejos os saquen de más de un apuro. Una mancha nunca debe estropear ni un look ni aquella prenda tan especial :-).