Diez consejos para asistir a una cena formal sin saltarse el protocolo

Nos invitan a una cena de compromiso y, salvo que seamos las personas más extrovertidas del mundo o estemos habituados a este tipo de situaciones, siempre nos causa un cierto estrés la inseguridad de no saber comportarnos conforme al protocolo. No hay problema, aquí van algunos consejos:

1. En una cena de compromiso, más aún si se trata de algo profesional, antes de sentarse a la mesa todos los comensales deben de tener localizado su asiento. Si no hay una asignación previa, como ocurre el actos muy formales, los comensales rodearemos la mesa y nos pondremos junto con el asiento que hayamos elegido. Si todos están en la misma situación, podremos sentarnos. Nos olvidamos, entonces, correr para coger el mejor sitio o echar a un comensal para sentarnos al lado de nuestro mejor amigo.

2. No debemos ser expertos en protocolo en la mesa pero sí conocer unos conceptos básicos. Que la servilleta va sobre el regazo o que cada cubierto, copa y plato tiene una finalidad es algo que sí debemos manejar más o menos.

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3. Procuraremos hablar con los comensales que tenemos a nuestro alrededor de una manera pausada. Nada de hablar a gritos con el que está en la otra punta de la mesa.

4. Solo se comenzará a comer cuando todos los comensales estén servidos. En ocasiones, si uno de los platos tarda mucho, la persona que está esperando puede dar permiso al resto de personas para comenzar a comer. Aún así, por esperar unos minutos más tampoco pasa nada. Es de mala educación comer mientras otros miran.

5. Tampoco está bien visto repetir, aunque el camarero lo ofrezca amablemente. Recuerda que no estás con tus amigos sino que es una cena de compromiso. No es cuestión de cenar como si fuera el último día de nuestra vida.

6. Cuidado con las bebidas alcohólicas que las carga el diablo. Si el ambiente es agradable, el vino desaparece y muchas veces es peligroso. Vuelvo a repetir, los comensales de tu alrededor no es gente de tu extrema confianza. Si no estás acostumbrado, mejor evitar posibles espectáculos bochornosos de los que tengas que arrepentirte toda tu vida.

7. Solo se fuma después después del segundo plato. Aún así, si podemos esperar a terminar los postres, mejor. Ahora la Ley impide fumar en restaurantes. Por ello, ya que evitamos ahumar a las personas que están a nuestro alrededor, intentaremos no interrumpir la conversación. Nos levantaremos con educación y saldremos fuera del establecimiento a fumar.

8. A la hora de pagar, abona la cuenta quién haya invitado. En cenas profesionales, lo más común es pagar con tarjeta de manera discreta. Si, por el contrario, se paga «a escote», procuremos no gritar, ni hacer cuentas con la calculadora del teléfono móvil ni señalar a quién ha puesto menos. Por supuesto, si uno va a cenar y acepta esta condición, paga religiosamente.

9. Una vez se haya pagado, los comensales solo se levantan cuando la persona que invita da por finalizado el acto (salvo que se trate de una urgencia o se haya avisado con anterioridad de que se tiene que abandonar la cena antes de tiempo).

10. Por último, y lo más difícil, cuidado con los temas que se tratan antes, durante y después del acto. Mejor no tocar asuntos relacionados con política, religión o fútbol. Si bien pueden ser temas que den mucho juego, nunca sabemos si herimos la sensibilidad del resto de personas.  Cine, televisión, vacaciones suelen ser temas recurrentes bastante suaves para tratar.

Espero que, con estos diez consejos, tu presencia en las cenas sea todo un éxito. Si te ha parecido interesante este post ¡compártelo con tus contactos!

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