¿Sabéis que existe una manga para cada tipo de brazo? Tanto si nuestros brazos son anchos como delgados, si son largos o cortos, podemos elegir un tipo de manga para favorecerlos. Ahora ya sabes, mírate al espejo y pregúntate «¿cómo son mis brazos?»
– Anchos: si nuestros brazos son gruesos, intentaremos reducir volumen con tejidos finos y con caída. Evitaremos las mangas apretadas, tanto en manga larga como en corta.
– Delgados: en este caso, optaremos por lo contrario, es decir, darles volumen. Lo conseguiremos con tejidos gruesos y duros (lino en verano y lana en invierno).
– Cortos: si delante del espejo con los brazos caídos, éstos no llegan a la cadera, su longitud es corta. Para disimularlo, intentaremos que las mangas siempre tengan el tamaño adecuado (olvídate de ese jersey con las mangas hasta los nudillos). Evitaremos también los puños anchos o acampanados. Por el contrario, nos quedará genial la manga francesa o tres cuartos o bien la manga a ras del hueso de la muñeca.
– Largos: un brazo largo es aquel que, en longitud, supera la cadera y llega a tocar incluso el muslo. Intentaremos acortarlo visualmente con mangas anchas y largas y/o acampanadas. Por el contrario, evitaremos la manga francesa, que alarga mucho más el brazo y provoca una sensación de «brazo hasta los pies».
Espero que estos pequeños consejos os hayan sido de ayuda. Ahora no tenéis excusa para buscar aquellas mangas que os sientan bien. ¡Hasta el próximo post! 🙂