Una de las principales cuestiones que nos suelen plantear las compañías en los meses de junio, julio y agosto trata sobre la manera de llegar a un acuerdo entre empleados y empresa respecto al Dress Code corporativo en verano. ¿Cómo encontrar el equilibrio entre las reglas corporativas del decoro y la libertad del trabajador?
Es evidente que, durante la época estival, el aspecto se relaja en todos los ámbitos, no solo en el profesional. El calor nos obliga a llevar menos ropa y, por tanto, mostramos más piel, lo que en muchos sectores no está demasiado bien visto.
En este sentido, muchas compañías que exigen uniforme corporativo a sus empleados cuentan con versiones diferentes para los meses de calor y para los meses de frío. Por lo tanto, este aspecto está perfectamente regulado y no cabe la discrepancia, siempre y cuando el uniforme esté adecuadamente diseñado para las temperaturas que soportan los trabajadores en cada momento.
En el caso de los trabajos que se desempeñan en lugares cerrados (oficinas, centros comerciales, etc.), la mayor parte de éstos ya cuentan con aire acondicionado. Precisamente, muchas veces el conflicto surge por la disparidad de temperaturas entre el interior y el exterior, lo que hace complicado poder llegar a un acuerdo que satisfaga a todos.
La compañía debe velar en todos los casos por el bienestar de sus trabajadores en el desempeño de su labor. Y la temperatura es un factor que impacta de forma directa en la productividad.
Si bien, podemos entender que el calor exige llevar prendas más livianas, no debemos olvidar que estamos en el ámbito profesional, en el que entran en juego variables como el protocolo o el respeto al resto de compañeros y a la compañía en la que se trabaja.
Por ello, siempre estará fuera de lugar acudir al puesto de trabajo en ropa de baño (salvo, por supuesto, que ese sea el desempeño profesional), con escotes demasiado pronunciados o faldas demasiado cortas, etc. No se suele mencionar demasiado pero el calzado es muy importante. Existen códigos corporativos que impiden llevar zapatos descubiertos en cualquier época del año. Afortunadamente, cada vez las reglas son menos estrictas pero en ningún caso cabe este tipo de calzado en un hombre que acude a diario a trabajar, por ejemplo, a una oficina.
Por último, conviene mencionar que, durante el verano, debido al aumento del calor, debemos cuidar más que nunca nuestra higiene personal.
Resolvemos en la sección de comentarios cualquier cuestión o duda sobre los códigos de vestimenta corporativos en verano.